Escribe: Luis Alen.
Se han conocido datos alentadores sobre el repunte de las reexportaciones en los que va de 2019, según el Banco Central, lo que indica de alguna manera que el intercambio fronterizo puede ser un excelente motor para la reactivación comercial, al mismo tiempo que evita ahora una mayor caída del dinamismo de la economía nacional en general.
El informe esperanzador coincide con lo dispuesto por el decreto N° 2.505 dado a conocer esta semana por el Gobierno, que autorizó la disminución por 180 días de los aranceles de 162 productos dentro del régimen tributario de turismo y de la lista de excepción del Mercosur, con una baja en promedio del 9 al 6 por ciento, ya que algunos se reducen más que otros, para en total alcanzar un valor conjunto de unos 370 millones de dólares.
Esta medida complementa las anteriores, como el decreto N° 1.931, de junio, con el que se actualizó la lista del régimen de turismo y bajó la tasa del IVA del 1,5 por ciento al 1 por ciento. Luego, en agosto, se sumó el decreto N° 2.278, que reajustó a 0 por ciento los aranceles de los bienes de capital de productos que no son de la industria nacional, y el decreto N° 2.279, que tiene que ver con el régimen de equipaje que subió la cuota de compra de 150 a 300 dólares.
El comercio de frontera debe recobrar su dinamismo de años atrás, cuando se había constituido en verdadera locomotora de la economía. Con los aranceles ya casi reducidos al mínimo, se espera que continúe la recuperación de la reexportación de electrónica y de otros productos muy demandados por los turistas compradores, tanto en Ciudad del Este como en Salto del Guairá y Pedro Juan Caballero, sin olvidar a Encarnación.
Medida necesaria
A manera de enfrentar la competencia de los “free-shops” brasileños y argentinos, además de la tendencia a bajar los aranceles de importación de electrónica en Brasil, el Gobierno paraguayo dio en la tecla al reducir también la carga tributaria sobre los productos del régimen turístico fronterizo, dentro de la lista de excepción del Mercosur.
Es una ventaja comparativa que tiene todavía el Paraguay que se debe aprovechar, descartando en estos rubros el afán fiscalista a ultranza de recaudar más, sabiendo que el país debe continuar apostando a la atracción del turismo de compras, sobre la cual se asienta indudablemente la economía de Ciudad del Este, la hasta hace poco “capital económica” del país.
De que la reexportación es un buen negocio para el país lo están indicando las estadísticas de los productos de exportación del país en 2019, que en total fueron de US$ 8.488 millones, bajando 8,4 por ciento hasta agosto, con relación al mismo lapso de 2018. Pero dentro de esta cifra total, la reexportación, en vez de bajar, subió en 16,8 por ciento de enero a agosto, totalizando US$ 2.260 millones, según los datos del BCP.
La relevancia de la importación de productos para su reexportación a los países vecinos se confirma por el hecho de que, hasta agosto, el 27 por ciento del total exportado ha correspondido a la reventa dentro del régimen de turismo. Es un motivo de peso para apostar decididamente en dar las condiciones para una mayor afluencia del turismo de compras con mayor poder adquisitivo, en las ciudades fronterizas, lo que obliga a mejorar tanto la capacidad hotelera como los atractivos turísticos y comerciales.
En el caso de Ciudad del Este, en particular, se debe extremar el cuidado por presentar una urbe limpia y ordenada, además de buscar que no se repita el feo espectáculo que espanta a los turistas, de los últimos incidentes en el Puente de la Amistad y en las zonas del microcentro, incluido el cierre de la pasarela internacional, que afectó al normal flujo de personas que nada tienen que ver con las protestas, con las consiguientes pérdidas para el sector comercial, que es la base laboral de la comunidad.
La Cámara de Comercio y Servicios de Ciudad del Este ya había lamentado hace algunas semanas estas interferencias al desenvolvimiento de la actividad económica, y volvió a hacerlo algunos días atrás, después de los incidentes registrados en la zona primaria aduanera entre paseros y fuerzas de seguridad. Expresaron que los hechos violentos generaron una vez más, el cierre de la pasarela internacional ocasionando innumerables pérdidas al sector comercial.