El libanés Ali Fouani, denunciado por torturar a un niño de solo un año de edad, se entregó el martes pasado ante el juez Amílcar Marecos, quien dispuso su prisión en la penitenciaría regional. El hombre se expone a hasta 12 años de privación de libertad por maltratar al bebé.
El hombre dijo ser inocente, mientras su abogada afirmó que es consumidor de drogas y que propinó las terribles lesiones al niño “porque veía en él al diablo”.
Sobre Ali Fouani, de 25 años, pesaba orden de captura internacional. A las 08:30 del martes pasado, se presentó en compañía de su abogada Nilsa Casco ante el juez de Garantías, Amílcar Marecos. A las 11:00 se desarrolló allí la audiencia en la cual el hombre se abstuvo de declarar y su defensora solicitó que se garantice la integridad de su cliente dentro de prisión, temiendo agresiones debido a la indignación social existente en su contra.
El juez dispuso que el procesado sea llevado a la Jefatura de Policía del Alto Paraná mientras decretaba su prisión. Ordenó una inspección médica previa a su ingreso a la cárcel. Al salir del Tribunal Penal, el hombre fue escrachado por abogados y vendedores que le gritaron “¡cobarde!” y otros improperios.
Ali Fouani fue imputado el 21 de diciembre pasado por lesión grave. El proceso está a cargo de la fiscala Juliana Giménez. La mamá del niño, de 17 años, también es investigada, pero por incumplimiento del deber del cuidado.
La investigación se abrió el 20 de diciembre, cuando el ciudadano libanés y la mujer que es su pareja llevaron al hospital regional al niño. El pequeño, de un año y cuatro meses, presentaba quemaduras de cigarrillo en el rostro y otras partes del cuerpo, le habían extraído las uñas de las manos, tenía rastros de golpes, heridas infectadas y anemia severa. La madre quedó demorada allí mismo y Fouani huyó. El chiquito continúa internado, con atención médica y psicológica, y este viernes podría ser dado de alta. Está acompañado del papá biológico y tíos.
Tras presentarse ante la Justicia, Fouani no brindó declaraciones, limitándose a decir que él no hizo daño al niño.
Su abogada afirmó que el hombre había estado todo este tiempo en una clínica de desintoxicación en Foz de Yguazú, Brasil, porque es adicto a la cocaína.
Se expone a hasta 12 años de prisión
El fiscal Amilcar Marecos explicó que el extranjero está expuesto a hasta 12 años de privación de libertad. La violencia familiar tiene un límite de pena de seis años mientras que la lesión grave llega al doble.
Apuntó que el hombre se dedica al comercio en el Este y vive hace años en la zona.