
Escribe: Luis Alen.
El Gobierno de Marito Abdo resulta incapaz de desprenderse del lastre que le significa depender en demasía del poder fáctico de Horacio Cartes, ya que ahora en tiempos de crisis económica y social por causa de la situación inestable internacional, le toca de nuevo al cartismo aportar alguna dosis de gobernabilidad, con el peligro para el oficialismo representado por Hugo Velázquez de ir cediendo terreno en la contienda de cara al 2023.
Un amago de operación Cicatriz “de bolsillo” volvió a salvar a Sandra Quiñónez del juicio político, pero esta vez no se puede desmerecer el soporte del partido “Liberado Cartollanista”, que al dominar la convención del domingo 13 de marzo del liberalismo radical auténtico (PLRA), demostró claramente que el poder fáctico de HC no sólo marca la pauta en la ANR sino también en la principal nucleación política opositora del país.
Es cierto que se logró por lo menos mantener en suspenso, evitando su ida al archivo, el libelo acusatorio contra la fiscala general en la Cámara de Diputados, tras el abandono de la sesión de legisladores opositores y oficialistas. Pero el hecho crucial es que sólo faltaron dos votos para dar el quórum necesario en una sesión destinada a mandar al cesto de la historia, por lo menos por este año, el intento de destitución, que habría sido, de concretarse, como una especie de crónica de un ocaso anunciado del poder de HC.
El vicepresidente Velázquez y aspirante del oficialismo anticartista a la presidencia de la República en la próxima interna colorada, prometió volver a intentar la presentación del pedido de tratamiento de la acusación ya entregada al pleno de Diputados.
Pero la aceleración de la crisis económica inflacionaria provocada por el aumento del petróleo en el mercado internacional como consecuencia de la guerra en Ucrania y las sanciones contra Rusia por la invasión a su país vecino, trajo aparejada una creciente crispación social motivada por los cierres de rutas de camioneros y población en general afectada por el aumento en el precio de los combustibles, lo que ha generado un escenario incipiente de explosión social que requiere del Gobierno “archivar” lo más rápidamente posible los resquemores políticos y presentar un frente unido, por lo menos en el partido gobernante y si es posible con las demás las fuerzas políticas del Congreso.
Aquí entra a tallar el poder fáctico de HC, que no tendrá problemas en acudir de nuevo como tabla de salvación para Marito en el actual momento de tempestad social, pero con la condición de que ni por asomo se pretenda accionar de nuevo el mecanismo de juicio político a su protegida, la fiscala general.
HC ganó una batalla
Horacio Cartes vuelve a tener la iniciativa en la pulseada con Hugo Velázquez. Por poco no logró los votos para el rechazo al juicio político a Sandra Quiñónez. Le faltaron dos que podría haber aportado el oficialismo, que por lo menos consiguió el no tratamiento del libelo, dejándolo para las calendas griegas. HC ganó una batalla, pero no la guerra.
Con la confirmación de su candidatura para la jefatura del Partido Colorado, realizada el pasado lunes 14 en Ciudad del Este, Cartes redobla su apuesta por consolidar el poder fáctico que ostenta y que habría sufrido un serio impasse si es que tenía éxito la movida de la destitución de Quiñónez, por cuanto la fiscalía es un verdadero bastión cartista que le defiende al Patrón de los que quieren, “a ultranza”, sorprenderle in fraganti en algún cometido no tan santo en materia financiera, léase lavado de activos sospechosos o de conexiones flagrantes con el crimen organizado.
Hay que observar como va el caso del diputado cartista Erico Galeano, cuyas conexiones financieras con el Patrón HC han quedado en evidencia en la operación “A Ultranza”, a pesar de ser conocidas y de larga data las actividades del legislador en el campo deportivo y en las tabacaleras, que son desde luego ámbitos muy bien a resguardo de fiscalizaciones por presunto manejo de dinero negro, lo que fue confirmado tras la extraña decisión del Legislativo, el año pasado, de omitir la expresa orden de auditar en forma exhaustiva los profusos movimientos de dinero de clubes de fútbol y empresas procesadoras de tabaco, todos ellos sospechados de lavar dinero procedentes de la evasión fiscal o de las ramificaciones con actividades ilegales.
Un ataque de Velázquez contra HC era previsible que podría provenir por la vía de las investigaciones en la fiscalía, pero sólo tras la caída de Quiñónez. El problema es que el Patrón se le adelantó al “Toro” con una maniobra en la que utilizó sus medios, las redes sociales y audios o escuchas de la propia fiscalía, con lo cual logró casi paralizar el movimiento envolvente que se acercaba con el jaque mate ajedrecístico como remate, y consistente en la entrada “a ultranza” de los fiscales en la investigación de las cuentas financieras de Horacio, “basadas” en edificios ubicados camino al aeropuerto.
El contraataque de ajedrez de Cartes llegó justo en el momento exacto, con la denuncia contra el hermano del vicepresidente, el comandante de la Armada, Carlos Velázquez, quien fue acusado con video de por medio, de hacer pasar grandes cargamentos de productos de contrabando desde la Argentina, a través de decenas de camiones la noche del 11 al 12 de junio de 2021, sin que el puesto de control de la Marina y de la Policía hiciera nada para impedir la entrada ilegal y obviando la intervención aduanera y del fiscal anticontrabando, Emilio Fúster.
La reacción de los empresarios no se hizo esperar y la Unión Industrial solicitó la renuncia o remoción del comandante de la Armada y del fiscal Fúster, pero Marito Abdo no tomó ninguna determinación, quedando el episodio sólo a consideración de una investigación de la Fiscalía. Después se supo de más audios y videos en poder de fiscales, que por supuesto se usarían en el momento indicado contra exponentes del velazquismo, lo que causó un fuerte impacto en el movimiento ya avanzado para conseguir los votos para la destitución de Quiñónez.
La concertación opositora
La convención liberal de Caacupé dio vía libre a la concertación opositora que reúna a todas las fuerzas no coloradas que buscan sacar a la ANR del poder. Pero con la evidencia de la gran influencia del Patrón HC en el PLRA, a través de Blas Llano y de Dionisio Amarilla, queda en la duda su grado de confiabilidad en la tarea de consolidación del frente anti-ANR, en el caso en que, por ejemplo, triunfe la dupla Santi Peña-Pedro Alliana en la interna colorada y se presente a las generales de abril de 2023 enfrentando a la concertación opositora.
En ese caso, la concertación deberá directamente ser anti-HC, con un Blas Llano que obviamente estaría en “off-side”, más aún después de haber servido de soporte esencial para la permanencia de la fiscala general Sandra Quiñónez, acusada nada menos que de 13 causales de destitución en Diputados, según la presentación de pruebas de la diputada Kattya González.
Habría que preguntarse si qué pasará en el caso, muy posible, que finalmente sea Kattya González la candidata a la presidencia de la República por la concertación. ¿Tendrá el apoyo real del llanismo o de Dionisio Amarilla?
Una vez superada la crítica situación actual motivada por los precios elevados de los combustibles y la virtual paralización de la economía por los cierres de rutas, que debe concentrar toda la atención del Gobierno y del poder Legislativo, lo que corresponde es insistir en la salida de la fiscala general, porque, de otro modo, se podría llegar al extremo de contaminar todo el proceso electoral con operaciones “defensivas” del cartismo utilizando la fiscalía de Quiñónez como un “garrote” político para los adversarios, afectando así una sana competencia electoral en la que se dirima con altura los grandes temas que hacen al futuro del país, más aún cuando la cambiante coyuntura internacional exige respuestas adecuadas a los problemas que se acumulan y requieren de soluciones rápidas.
		


























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