El proyecto de ley que impulsa la creación de un nuevo régimen de turismo para las fronteras que, en principio, fue incluido en el orden del día para la sesión ordinaria de hoy (31) de la Cámara de Senadores, finalmente no será tratado. La comisión de hacienda resolvió aplazarlo, debido a la gran presión ejercida por gremios de Asunción, como la Unión Industrial Paraguaya (UIP) y la Cámara Paraguaya de Supermercados (CAPASU), que rechazan el proyecto.
La Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) considera “inviable” el proyecto de Ley de Régimen de Turismo Comercial que entregaron al Ejecutivo los comerciantes fronterizos, que busca reactivar la actividad económica. Para el viceministro de Tributación, Óscar Orué, la exoneración de impuestos que se pretende tendría un fuerte impacto en las recaudaciones.
Con el referido proyecto, los empresarios buscan hacer más atractivas las zonas comerciales de frontera, para lo cual, pretenden recurrir a la reducción de impuestos de manera que los precios de los productos puedan volver a ser competitivos a los ofrecidos en locales comerciales de Foz de Yguazú (Brasil), Puerto Yguazú (Argentina) y otras localidades fronterizas.
El viceministro de Tributación, Oscar Orué, indicó que la propuesta es innegociable, consideró que el pedido de los empresarios no es factible debido al desarrollo de la industria y la normativa vigente, y también, factores externos relacionados a las monedas extranjeras respecto al guaraní.
Orué indicó que, hace más de 30 años que existe este modelo de triangulación en las ciudades de frontera (en referencia a la importación de productos y reventa a extranjeros, y debido a la diferencia cambiaria con los países vecinos, la oferta era más atractiva para los turistas extranjeros). En tanto, indicó que, mantenerlo, forzaría la disminución de impuestos, “es imposible aplicar lo que sugiere el proyecto de Ley”, indicó.
El viceministro indicó que se debe a que implicaría eliminar el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y un anticipo de 4,5% a la Renta Empresarial, y aranceles, lo cual no se ajusta a compromisos asumidos con el Mercosur y de hacerlo, significaría que el país tiene dos sistemas tributarios.
La propuesta ya generó señales de preocupación y rechazo de gremios como la Unión Industrial Paraguaya (UIP) y la Cámara Paraguaya de Supermercados (Capasu), y otros a nivel país.
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