Conflicto en hidrovía obliga a fortalecer lazo con EE.UU.

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El presidente Santi Peña durante su intervención ante la asamblea de las Naciones Unidas, dijo que Paraguay quiere convertirse en eje de la integración regional, pero con respeto entre los vecinos.

Escribe: Luis Alen.

El conflicto con Argentina por el peaje en la hidrovía ha marcado el primer mes de gobierno de Santiago Peña, obligando al novel presidente a tomar decisiones claves en materia de soberanía energética y de defensa de las conquistas alcanzadas para hacer realidad el libre comercio a nivel del Mercosur. Pero el respaldo crucial al Paraguay provendrá de un mayor fortalecimiento en las relaciones con Estados Unidos, como se vio tras el pedido realizado por Santi ante la asamblea de la ONU para apoyar el ingreso de Taiwán al organismo mundial.

La presencia en la asamblea de Naciones Unidas en Nueva York fue aprovechada por el presidente Santiago Peña para estrechar las relaciones con la mayor potencia mundial, en momentos en que la situación en el Mercosur se ha vuelto muy conflictiva a raíz del cobro compulsivo del peaje en la hidrovía Paraguay-Paraná, por parte de la Argentina, en el tramo comprendido dentro de su territorio, entre Paso de Patria, en la confluencia de ambos ríos, hasta Santa Fe.

Para el cartismo es fundamental un mayor acercamiento al Norte, principalmente para evitar algunas medidas financieras o judiciales adicionales contra el hombre fuerte Horacio Cartes, pero también el mismo Santi Peña necesita de un espaldarazo de la potencia hegemónica con el fin de aparecer con posibilidades de llevar adelante no sólo una gobernabilidad sin grandes sobresaltos, sino también un margen de independencia en la toma de decisiones sin exageradas presiones provenientes del Patrón HC.

La relación con el gobierno argentino se ha tensado al extremo de que un convoy de camiones cisterna con gas licuado de petróleo, con destino a Asunción, fue retenido desde el sábado 16 de septiembre por la aduana del vecino país antes de cruzar la frontera entre Puerto Pilcomayo e Itá Enramada. Es otra determinación arbitraria que se agrega al inconsulto peaje en la hidrovía, y que sería una respuesta del gobierno de Buenos Aires al retiro total de la energía que le corresponde al Paraguay en la represa de Yacyretá.

 

Integración, pero con respeto

En su discurso ante la asamblea de la ONU, Peña hizo una velada alusión a la situación conflictiva que se atraviesa con Argentina, al expresar que la integración regional sudamericana “sólo se puede lograr con coraje, determinación y respeto”.

Resaltó que el Paraguay aspira a convertirse en el eje regional por su ubicación, pero para ello se debe alcanzar una “mejor integración”, gestionando la hidrovía, los acuíferos, el corredor bioceánico, las hidroeléctricas y la navegación de los ríos “con delicados procesos de equilibrio entre la integración y la soberanía de nuestros pueblos”.

En una clara señal de alineamiento con Estados Unidos, el presidente paraguayo reiteró su total apoyo a la República de China (Taiwán), para su incorporación plena al sistema de Naciones Unidas, lo cual va de contramano a la posición sustentada por China Continental, que considera a la isla como parte de su territorio.

Peña también salió en defensa de Ucrania en la guerra contra Rusia, pero manifestó su apoyo a las iniciativas de paz impulsadas por el presidente Lula da Silva de Brasil, y por el papa Francisco.

Se lo vio también al presidente muy contento de mantener un encuentro con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en Nueva York, ratificando así el traslado de la embajada paraguaya de Tel Aviv a Jerusalén.

Estos posicionamientos del Paraguay en el concierto internacional, junto a la alineación con Estados Unidos, pueden servir también para llevar a cabo la política de integración regional teniendo a Paraguay como eje central, según Peña, lo que se refuerza con la determinación adoptada junto a Brasil, Uruguay y Bolivia, de rechazar la imposición argentina en la hidrovía que afecta el normal flujo del comercio paraguayo desde y hacia el Mercosur, así como con el resto del mundo.

No pasó desapercibido que la Cámara de Comercio Paraguayo-Americana haya dado a conocer un fuerte comunicado donde solicita directamente al gobierno norteamericano su mediación, a través de su Departamento de Estado, para garantizar que el Paraguay tenga libre tránsito en la hidrovía, considerando su posición en el centro del continente como país sin litoral marítimo, con un comercio exterior que depende de la libertad de navegación por los ríos que le permiten la salida al mar.

 

La soberanía energética

El cobro unilateral del peaje en la hidrovía promovido por Argentina tuvo su repercusión inesperada en la binacional hidroeléctrica Yacyretá, que es el emprendimiento conjunto paraguayo-argentino sobre el río Paraná.

Si bien Santiago Peña aclaró que no es una represalia paraguaya el retiro del total de la energía que le corresponde al Paraguay, evitando la cesión que en gran parte se hacía hasta hace poco al sistema argentino, no cabe duda que los vecinos lo entienden así.

Tuvo que sobrevenir el impasse de la hidrovía para que Santi Peña, después de tomar el mando del país, se haya visto obligado a ejercer la soberanía energética en Yacyretá.

De hecho, el titular de la ANDE (Administración Nacional de Electricidad) ingeniero Félix Sosa, explicó con exactitud que la medida de retirar la mayor parte de la energía que le corresponde al país en la usina Yacyretá se debía a razones más políticas que económicas, como una forma de utilizar la electricidad paraguaya en términos geopolíticos y no con meros fines comerciales, a la vista de que la anterior mayoritaria operación con la represa paraguayo-brasileña de Itaipú le era más conveniente por suponer menor costo financiero.

Pero la decisión de usar en ciertas horas del día casi el 100 por ciento de la energía de propiedad de Paraguay, implica de hecho que Argentina deja de recibir electricidad barata que le ayuda a su vez para cubrir la carga de su propio sistema en ciertas horas de mayor consumo, especialmente en los días de mucho calor.

El problema es que Argentina paga con mucho atraso por la energía cedida por Paraguay, afectando además el funcionamiento administrativo de la entidad binacional, lo que desde ahora se podrá solucionar en vista del pago que realizará la ANDE por la retirada de electricidad en mayor cantidad.

Todo apunta a que el Paraguay se va convirtiendo en un verdadero eje de la integración energética regional, por cuanto Brasil sale beneficiado con un  mayor consumo en Itaipú, al bajar la retirada del fluido eléctrico de Paraguay por haber incrementado su consumo de Yacyretá. Se llega así a la tan anhelada interconexión eléctrica en el Mercosur, mediante la operación coordinada en tiempo real de las dos grandes centrales binacionales del río Paraná.

Pero aún se está lejos de considerar la ventaja para el usuario de la electricidad en nuestro país, debido a que existe no sólo el problema de los bajos precios percibidos por el Paraguay en la cesión de su energía, sino por el hecho de que la actual utilización mayor de la energía de Yacyretá podría generar sobrecostos a la ANDE que desembocarían en un ajuste tarifario a nivel del consumidor común, especialmente residencial, cuando se presenten las olas de calor del verano.

Ya el presidente de la ANDE aludió a la necesidad próxima de que el gobierno nacional analice qué medidas se deberán tomar en el caso de aparecer una elevada presión sobre el balance de la entidad estatal por la compra encarecida de energía, después de realizarse el consolidado de costos entre Yacyretá e Itaipú.

Aquí se llega al punto en que debería ser buscado un nuevo nivel de equilibrio en la aceptación por los dos países de un balance económico y financiero que arregle las cuentas de Yacyretá, porque Argentina alega una deuda paraguaya que nuestro gobierno desconoce, así como los vecinos tienen pagos pendientes de más de US$ 100 millones por la energía que les fue cedida, además de la deuda pendiente por territorio inundado.

Igualmente, no se debe olvidar que en todo el historial de generación de Yacyretá, la Argentina fue la que utilizó un 90 por ciento de la energía producida, lo que en justicia amerita que por eso mismo al Paraguay se le debe desvincular de casi todo el monto de deuda por la construcción y que su socio condómino asuma la mayor parte del endeudamiento así como se ponga al día en sus erogaciones por el uso de la energía paraguaya, sin pasar aún a reconsiderar el tema del precio de nuestra electricidad que lleva a su territorio, que también tendrá que ser actualizado por medio de un nuevo acuerdo binacional.

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