Derrota en Senado frustra plan de HC para llegar al poder total

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No le gustó para nada a Horacio Cartes el “rumbo” que tomó ahora la ANR en el Senado, frustrando su plan de alzarse con el poder total de la República.

Escribe: Luis Alen.

 

Cuando parecía que la presidencia de Marito pendía de un hilo tras el fracaso en la interna municipal de Asunción, el abdismo recuperó terreno en la lucha por el poder total con HC en tan sólo 48 horas, al frustrar el plan de copamiento del Senado por parte del cartismo con la reelección de Óscar “Cachito” Salomón al frente de la Cámara Alta.

 

El furibundo comunicado de Honor Colorado, firmado por su mismo líder, no ahorró adjetivos denostando el acuerdo de los senadores abdistas con una parte mayoritaria de la oposición liberal y de izquierda, que posibilitó el rekutu del actual titular del Senado, poniendo así a buen resguardo la presidencia de Abdo Benítez.

Horacio Cartes le tildó de “triste hipócrita” al presidente, quien por lo visto conocía muy bien la conspiración en marcha para tumbarlo a través de un juicio político exprés, una vez que se hubieran obtenido eventualmente los votos para catapultar a Blas Llano de tal modo a ubicar a éste en la línea de sucesión presidencial.

Es lo que dio a entender la senadora Lilian Samaniego, quien reveló en un tuit que por dos veces el cartismo intentó en vano poner a Llano en la titularidad senatorial y de allí en la presidencia de la República desde el 15 de agosto, con el fin de evitar que ocurra lo peor con la ANR, en el caso que sufriera grandes derrotas tanto en las municipales de octubre como en las generales de 2023, por causa del “voto castigo” que recibiría el coloradismo ante los desaciertos del Gobierno en la conducción de la crisis sanitaria y el posterior desbarajuste económico y social.

Dirigentes con peso político propio, como el gobernador del Alto Paraná, Roberto González Vaesken, ya han alertado que necesariamente el partido de gobierno tiene que renovarse totalmente en su liderazgo y en sus propuestas al electorado, si es que quiere vencer en las municipales y en las generales. 

El reelecto titular del Senado, Óscar Salomón, también alertó que la ruptura entre Abdo y Cartes podría arrojar como resultado una eventual caída del partido, implorando de paso al cartismo que siga sosteniendo una posición de “concordia”, con el fin de sumar votos y apoyos al esfuerzo titánico de superar la crisis y así mantener en el poder a la ANR.

 

El “castigo” a la gestión

Ya se había previsto que el cartismo buscaría despegarse del virtual “cogobierno” con Marito, tratando de desprenderse del pesado fardo de ser el virtual garante de la mala gestión abdista. Pero Horacio lo quería hacer como el triunfador de las elecciones internas de la ANR y del llanismo en el PLRA, con el fin de presionar por los votos de los senadores para controlar la Cámara Alta.

Tal como se había presagiado, no le fue muy bien en la interna a Marito Abdo y a su movimiento Añetete, como se vio en Asunción, pero ahora que el presidente mantiene intacta su influencia sobre los senadores en alianza con parte de la oposición, se plantea una situación inédita para Cartes, por cuanto el abdismo seguirá aferrado al Ejecutivo mientras el cartismo puede ir mermando en su poderío por el vaivén de un péndulo entre ser oposición o no serlo, con el riesgo de una pérdida de participación en las grandes decisiones nacionales. 

Ya lo percibe el comunicado del cartismo: la izquierda podría tener más protagonismo en detrimento de las posiciones de derecha que asume HC. Con el agravante que la pelea en la cúpula no le exime a la ANR de seguir amenazada por el fantasma del voto castigo en las municipales de octubre y en 2023, debido a la insatisfacción de la ciudadanía por la forma en que el Gobierno ha enfrentado la crisis sanitaria y porque el presidente ya anunció que apoyará a la “Lista 1”.

La política nacional ha entrado así en una nueva fase signada por la necesidad de perfilar un cambio cualitativo en los objetivos de la dirigencia, con el fin de derrotar a los principales enemigos actuales de la sociedad paraguaya, como son la corrupción y la impunidad, y que están detrás de los nefastos estragos de la crisis sanitaria.

Los resultados de las internas partidarias del domingo 20 confirmaron el creciente predominio cartista en la ANR, pero, al mismo tiempo, han mostrado la otra cara de la moneda, signada por la imposibilidad de HC de poner el liberalismo bajo su yugo, lo que en gran medida motivó también a los senadores para reelegir al abdista Salomón en la presidencia del Senado.

 

Fracaso del llanismo

La reelección de su archirrival Efraín Alegre al frente del directorio liberal fue el primer trago amargo que tuvo Cartes poco antes de la derrota en el Senado, porque un triunfo del candidato llanista Enrique Buzarquis hubiera significado un empuje decisivo para el plan de copar el Senado con un Blas Llano triunfante.

Pero ahora la gran incógnita se cierne sobre la propia ANR, con la nave de la operación “Cicatriz” que a primera vista puede hacer agua en el borrascoso mar judicial, donde se dirimirán finalmente los intereses en juego para conseguir o no la defunción de la impunidad, y aclarar de una vez por todas las acusaciones de corrupción que impiden a diestra y siniestra la correcta gobernanza de la República.

La interna en los partidos tradicionales arrojó resultados acordes con lo que se esperaba del voto duro, evidenciando de paso que las dos principales agrupaciones políticas del país siguen detentando el mayor contingente de votantes, que se adaptó perfectamente al nuevo sistema electoral electrónico en medio del brutal azote del Covid-19. 

En el Partido Colorado no se fijaron mucho los afiliados sufragantes en las  denuncias contra varios candidatos, aunque es cierto que con su abstención o ausentismo muchos hicieron conocer su desaprobación al liderazgo partidario por el operativo de impunidad cicatrizante.

En el PLRA, también brindaron la nota los votantes en blanco ocupando el tercer lugar detrás de Alegre y Buzarquis, con una participación que volvió a orillar el histórico 30 por ciento del padrón liberal. El apretado triunfo efrainista motivó que el llanismo llamase al diálogo en el directorio opositor, como primer acto para buscar el consenso que lleve a una gran alianza del arco opositor a la ANR en 2023, pero con otro candidato que no sea Alegre.

Así como quedaron los movimientos hegemónicos en los partidos tradicionales, es un hecho que en las elecciones presidenciales y legislativas se dirimirán las candidaturas en reñidas internas, lo que lleva a pensar que una alianza anti-ANR tendrá como cabeza de la chapa opositora al candidato triunfante en la interna del PLRA.

Por el lado del cartismo, queda por ver cómo se encarará de ahora en más el pacto de impunidad cicatrizante, después de los inéditos improperios de HC contra su aliado Marito en la “Cicatriz”, que ahora evidentemente ya resulta de nuevo una herida abierta.

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