Fortalecer relación con Taiwán en vez de plantear la “ruptura”

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La mandataria de la República de China (Taiwán), Tsai Ing-wen y el presidente del Paraguay, Mario Abdo Benítez.

Escribe: Luis Alen.

 

Como en otras ocasiones en el pasado, en el Senado analizan si instan al Ejecutivo a “romper” relaciones con la democrática Taiwán y reconocer a China comunista, cuyo régimen es conocido por su rígido autoritarismo heredado de la época estalinista. Pero aparte del tema político o ideológico, el Paraguay debe fortalecer la cooperación con la isla “rebelde”, porque resulta un aliado estratégico con el fin de instalar la economía nacional en la era tecnológica.

 

Los propulsores de la “ruptura” con la República China en Taiwán vuelven a insistir en el remanido argumento de que el reconocimiento del gobierno comunista de Beijing puede tener resultados económicos inmediatos en términos de mayores exportaciones directas a China continental, en los rubros de soja, carne y otras materias primas, que actualmente van allá vía Brasil principalmente, así como la posibilidad de recibir mucho más financiamiento del que se recibe actualmente de los taiwaneses.

Sin embargo, lo que no se está diciendo es que, en vez de promover el reconocimiento del régimen de Beijing, se tendría que aprovechar la relación con Taiwán para sacar mucho más provecho de una pequeña isla donde se halla asentada la mayor capacidad tecnológica de la era digital planetaria, aumentado la cooperación con miras a la transformación económica de nuestro país con el objetivo de nuestra inclusión en la era tecnológica, junto a la industrialización a partir de la disponibilidad energética en las grandes represas del Paraná.

Un solo ejemplo basta, como es el hecho de que Taiwán acapara la tecnología de los microchips en el mundo, que son vitales para la fabricación de los artefactos electrónicos destinados a su uso en la era digital. La venida de inversiones taiwanesas con miras al desarrollo de la industria tecnológica en el Paraguay, es una de las opciones claves para avanzar en una relación mucho más estrecha entre la isla y nuestro país.

 

Un aliado estratégico

No hay que olvidar también que el control sobre el negocio de los microconductores y de toda la industria relacionada con la revolución tecnológica, es uno de los factores que impulsa la actual pugna entre Estados Unidos y China comunista, en un escenario geopolítico donde el Paraguay aparece en América como uno de los pocos países que aún mantiene relaciones con Taiwán, constituyéndose nuestro país en una pieza estratégica dentro del forcejeo entre las dos potencias por ejercer el liderazgo económico mundial.

Es por eso que también el régimen autoritario de Beijing trata por todos los medios de continuar atrayendo a su esfera de influencia a los países en desarrollo, de tal forma a impedir que crezca en el mundo la influencia de la democrática isla, que incluso se halla amenazada en forma constante de una invasión militar desde la otra orilla del estrecho que la separa del continente.

Es poco probable que prospere en el Senado la iniciativa de instar a romper con Taiwán, por el mismo hecho que se trata de un aliado estratégico para los Estados Unidos y el Paraguay, con remembranzas de la guerra fría. Lo que sí se impone es fortalecer la relación con los taiwaneses y con otros países de avanzada en el dominio de la tecnología para insertar al país en la era digital, aprovechando el excedente de la capacidad energética con miras a la industrialización, y no seguir siendo un mero proveedor de materias primas a la misma China continental.

De hecho, no hace falta tener relaciones con los comunistas si es que ya se comercia en forma fluida con las exportaciones agrícolas por medio de los países del Mercosur, y al realizar importaciones de productos chinos a través de Hong Kong o de otras áreas de libre comercio.

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