
Escribe: Luis Alen.
En Paraguay no se castiga el lavado de dinero por la corrupción de su clase política, lo acaba de sentenciar Estados Unidos tras apresar a un conocido comerciante de Ciudad del Este hasta ahora blindado en la Justicia. Si bien la culpa principal recae en fiscales y jueces complacientes, no es menos cierto que existe la protección de los políticos para los “lavadores”, lo que directamente influye para debilitar el poder del presidente Abdo.
La impunidad de quienes sostienen el negocio del “lavado” de dinero, abroquelados en la clase política, puede traer consecuencias nefastas al país en los próximos años y constituirse en el peor legado que dejará Marito Abdo, al no mantener su gobierno una actitud constante de firmeza contra quienes mueven los hilos de la protección a los “lavadores”.
Lo único que falta para completar el drama provocado por la protección al “lavado”, es la vuelta del Paraguay a la lista gris de países que no persiguen el delito, con consecuencias tremendas para la economía, en términos de mayor costo en créditos y el no alcanzar el grado de inversión.
Por más que el Banco Central se esmere en sus ponencias para convencer que lucha contra el lavado de dinero en la economía paraguaya, los fiscalizadores del Gafilat (Grupo de Acción Financiera en Latinoamérica) que evalúan in situ en estos momentos el cumplimiento de las normativas vigentes contra el flagelo del blanqueo de activos “en negro” en nuestro país, tienen seguramente definida la película con la evidencia clara de que casi ningún capitoste político y empresarial ha sido condenado por la Justicia nacional como eximio “lavador”.
Al contrario, personajes como Óscar González Daher, pillado con las manos en la masa de delitos financieros de toda laya, fue librado de la sanción por lavado de dinero por la fiscalía al servicio de su correligionario, el Patrón del Quincho, Horacio Cartes, para después ser condenado sólo por enriquecimiento ilícito.
Ahora Estados Unidos acaba de sancionar por corrupción y lavado de dinero a comerciantes de Ciudad del Este, poniendo en ridículo a la Justicia paraguaya, que hasta había sobreseído ya a algunos de ellos en un caso de lavado años atrás.
Y hablando del Quincho, fue el escenario de una de las reconciliaciones más clamorosas en la actual campaña del “Todos Somos Lista 1”, con miras a las municipales. Se dio entre HC y Rodolfo Friedmann, quien llevaba años enfrentado a Cartes, habiendo permanecido ya como una rémora de mal gusto para Marito Abdo, quien no termina por estar agradecido a la buena predisposición de Horacio por haberle permitido seguir en el poder, tras dos amagues de juicio político que logró superar precisamente con ayuda del cartismo.
La cruda realidad
Aunque se diga a los cuatro vientos que en la cúpula del poder paraguayo ahora reina un aire de menor confrontación en espera de las elecciones municipales con la idea puesta en que la ANR vuelva a ganar en los distritos más importantes, lo cierto es que la cruda realidad política está indicando otra cosa. Y es que no hay peor calificación para un gobernante que haber mantenido su puesto en la medida en que va creciendo el poder del verdadero hombre fuerte.
La deriva de Friedmann para culminar abrazado a HC en la mansión de la calle España, no es más que el epílogo de la frustrante gestión de Marito en el fallido cometido de acorralar a los negocios de Cartes grises y negros, pese a contar con el apoyo de la embajada norteamericana, la cual posee informes comprometedores para HC de su papel como uno de los factótums del lavado de dinero en Sudamérica.
Hasta “Rolfi” fue imputado primero por lavado de dinero en el caso armado en su contra por su administración como gobernador en el sonado zarpazo a la merienda de escolares, sin que a su vez el guaireño haya podido llevar también a HC al banquillo, ni siquiera en la comisión parlamentaria formada en 2018 para investigar a Cartes por sus relaciones con el rey de los “doleiros” Darío Messer, el brasileño hermano del alma del Patrón.
Para enfrentar a Horacio, por lo visto, hay que tener uñas de guitarrero al más puro estilo de quienes dominan los vericuetos en donde se consolida el poder fáctico, es decir en la economía negra, y especialmente en el suculento sector tabacalero. Justamente allí donde el mismo Friedmann poseía datos contundentes que podrían haber llevado a Cartes a los estrados judiciales, pero sin embargo no los utilizó. ¿Qué pasó allí?
Con el Gafilat presente en el país como testigo, HC se dio el gusto de recibir en su casa a quien le había amenazado con denunciarlo por contrabando de cigarrillos, asociación criminal y lavado de dinero. Si esta no es muestra de poder y dominio del ambiente político, especialmente de cara a los norteamericanos, no puede existir otra demostración de ubicuidad para el “strongman” paraguayo.
En suspicaz coincidencia, acaba de caer en Ciudad del Este, el comerciante brasileño de origen libanés, Kassem Mohamad Hijazi, con orden de captura en Estados Unidos por lavado de dinero, como prenda de las estrechas y fructíferas relaciones con USA para la lucha contra los activos ilegales que financian, entre otras cosas, al terrorismo del Hezbollah en la Triple Frontera.
Pero esto no sería suficiente para Gafilat, una entidad que forma parte de la estrategia de combate a la “lavandería” de activos dudosos procedentes de las actividades ilegales, y que depende del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. Todo con miras a adoptar las medidas destinadas a preservar la seguridad nacional de USA.
Gafilat puso su lupa nada menos que en el contrabando masivo de cigarrillos en la frontera con el Brasil, porque utiliza las mismas rutas que usan los narcos según las agencias norteamericanas como la DEA. Por supuesto, el tabaco serviría a su vez para financiar las operaciones del crimen organizado ligadas al narcotráfico, el tráfico de armas y el lavado de dinero, que luego financian incluso al Hezbollah, el enemigo declarado de USA.
En igual coincidencia con el inicio del examen con Gafilat, se anunciaron las sanciones norteamericanas contra tres personas y cinco empresas ligadas. Además del citado Kassem Hijazi, no podrán operar en Estados Unidos los paraguayos Khalil Ahmad Hijazi y Liz Paola Doldán, todos involucrados en Ciudad del Este en un caso de lavado de vieja data que casi ya iba al “opa rei”, lo que pone de resalto el malestar de EE.UU. por la falta de sanciones a los lavadores, así como a sus protectores políticos.
Pero como dice el mismo Marito, la Justicia es la encargada de dar los groseros sobreseimientos a los procesados por lavado, incluidos a miembros conspicuos de la clase política criolla. Aunque también se sabe que sin la mano larga de la protección política no sería factible el blindaje fiscal y judicial.
Ahora Estados Unidos, en el caso de Kassem Hijazi, armó su propio proceso por lavado en la fiscalía de Nueva York, y solicitó la extradición con datos nuevos recolectados sobre las operaciones financieras del libanés-brasileño entre 2019 y 2020. Lo hizo el gobierno norteamericano sin que tome la manija la justicia paraguaya, lo que resulta un aviso estremecedor para los padrinos políticos locales del negocio.
Comenzó la carrera
Teniendo a las municipales como una escala pasajera, lo notorio es que la carrera hacia las generales de 2023 ya ha comenzado, con el mensaje lanzado ahora de un Friedmann, hombre de Marito, abrazándose con HC, en una pose que tiene su trascendencia no para ganar las intendencias, sino para el balance de poder con miras a la campaña próxima presidencial y legislativa.
La ida de Friedmann a la mansión no le gustó para nada a Hugo Velázquez, quien desea sucederle a Marito en la presidencia en 2023, porque más que unidad colorada, lo que se mostró es una lamentable reculada ante el poder de HC. Se notó también que HC no necesita ordenar a sus medios de prensa disminuir los ataques al gobierno, como lo pidió en forma directa Mauricio Espínola, el secretario privado de Marito, en un acto político abdo-cartista en el que coincidieron el vicepresidente y HC, la semana pasada en Misiones.
Lo que hará la prensa cartista ya está diseñado desde hace tiempo, en el sentido que buscará siempre desmarcar a HC del fracaso de Marito, especialmente en materia de corrupción en plena crisis sanitaria y por la forma en que se llevó la emergencia económica, vinculando al Gobierno con la extrema izquierda en el acuciante problema de las ocupaciones de tierras o los cierres de rutas.
Pero es sólo un tenue manto que no esconde desde luego el soporte total brindado a Marito para que éste endeude al país hasta los tuétanos en el mercado de bonos y de paso el presidente otorgue como agradecimiento la vía libre al contrabando de cigarrillos.
La aprobación presidencial a la ley que no incluye a las tabacaleras y a los clubes de fútbol como sujetos de control obligatorio de la Seprelad, fue otro guiño de Marito a Cartes, pese a los datos inequívocos sobre el sospechoso movimiento de dinero negro de las empresas cigarrilleras y los dirigentes futboleros, y a los informes de EE.UU. referentes al lavado de dinero que nutre el narcotráfico, al crimen organizado o hasta al mismo terrorismo islamista.
En este escenario, la candidatura de Velázquez tendrá que subir la pesada cuesta arriba con gran necesidad de recursos económicos para la campaña, siempre insuficientes a la vista de los fondos cuantiosos con los que cuenta de sobra el esquema de poder cartista.
La única pregunta que queda flotando es si Estados Unidos admitirá la permanencia en el poder del hombre fuerte paraguayo, a través de un alter ego que sería, como aparenta ser así, su delfín Santi Peña, con el acompañamiento de Pedro Alliana en la vicepresidencia, contentándose HC con presidir la junta de la ANR.
Se podría decir que Washington comienza a perder la paciencia con la captura de Hijazi y la sanción adoptada ahora contra comerciantes y empresas de CDE, por corrupción y lavado, congelando sus propiedades y cuentas en el país del Norte. Lo de “corrupción” se refiere directamente al blindaje judicial y político conseguido por estas personas de parte de funcionarios en todos los niveles de la fiscalía, la magistratura judicial y la policía, según el comunicado expedido por el gobierno de USA.
A todo esto hay que agregar la protección política, por lo que se debe preguntar si cuándo dará a conocer también Estados Unidos una nueva lista de políticos calificados como “significativamente corruptos”, como ya lo hizo con varios como el influyente Óscar González Daher. Sólo que la próxima vez ya no debería andar señalando a personajes de segundo nivel, sino a los verdaderos “dueños del circo”.
Un contexto político como el diseñado a partir de ahora, configura un verdadero desafío para la oposición, porque independendiente del resultado del 10 de octubre en los municipios importantes como Asunción, Ciudad del Este o Encarnación, sólo un frente unido opositor podrá hacer frente a la ANR y a HC en 2023, con el concurso de una candidatura aglutinante que hasta ahora no se vislumbra en el horizonte.
HC tiene también el poder de dividir a la oposición e incluso puede apoyar eventualmente a algún candidato con posibilidades que luego le sea funcional. Pero nadie en su sano juicio intentará, por más que tenga posibilidades de ganar las elecciones, de ir nuevamente a visitar al Padrino en su Quincho, para pedirle la bendición al estilo Friedmann, a la vista de la atenta mirada de la embajada de la calle Mariscal López.
Por de pronto, hasta ahora el único seguro que no daría este paso resulta el presidente del PLRA, Efraín Alegre, quien se halla imputado por la fiscalía cartista de Sandra Quiñónez y no da señales de brazo a torcer en su lucha contra la mafia.
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