Santi Peña visita Taiwán dando un “mensaje” cartista a EE.UU.

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El presidente electo Santiago Peña se entrevistó este 12 de julio en Taipei con la presidenta de la República de China-Taiwán, Tsai Ing-wen, para reafirmar la cooperación entre ambas naciones en el marco de una relación diplomática que cumplió ahora 66 años.

Escribe: Luis Alen.

 

En su visita a Taiwán y a Emiratos Árabes Unidos, Santi Peña dejó un mensaje claro de alineamiento a Estados Unidos en la escena mundial, pero el presidente electo fue el instrumento para que Horacio Cartes lance el mensaje de que su ejercicio del verdadero poder va en beneficio de las pretensiones norteamericanas en su puja con China comunista, con el objetivo de evitar una mayor presencia de la potencia asiática en Latinoamérica.

 

El copamiento del poder por Horacio Cartes se va cumpliendo en forma puntillosa y acelerada, incluso antes de la toma de posesión del 15 de agosto, con la designación de los legisladores afines al cartismo en los organismos claves de control sobre la Justicia, como el Consejo de la Magistratura que nombra los jueces, y el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), que realiza su juzgamiento si amerita el caso.

Está claro que HC ve como su prioridad lanzar dos mensajes al mismo tiempo, uno en el plano interno y otro en el ámbito internacional, que llevan implícitamente el sello de lo que será la presidencia de Santi Peña, quien gobernará desde el Palacio de López en los asuntos relativos a la administración general del país, pero en la práctica supeditado a la última palabra del Patrón en los asuntos más críticos donde se podría jugar la suerte del régimen del unicato cartista.

Por un lado, se da la imagen de que Santi Peña se reducirá a cumplir las órdenes del Patrón pero guardando las formas a través de las mayorías parlamentarias con la suma de los votos de la ANR y de una parte de la oposición “rentada”. En simultáneo, se cumplirá con la continuidad del posicionamiento internacional querido por USA como es la relación con Taiwán y no con China comunista, además de la postura crítica contra el régimen de Maduro en Venezuela, lo que aleja al régimen cartista de cualquier acuerdo con Rusia o Irán, que también son tenidos como enemigos de los norteamericanos.

Pero para ello hace falta el requisito de cumplir con el ritual del control del poder interno. Y entre los aspectos prioritarios se encuentra indudablemente, como una consecuencia lógica de la mayoría legislativa de la ANR junto a votos de opositores cooptados por el cartismo, el siguiente capítulo actualmente en curso del avance sobre el Poder Judicial y la Fiscalía, con el fin de preservar a HC de investigaciones como la sugerida por la Comisión Bicameral conformada por la mayoría anticartista en el Senado anterior, y también por la embajada norteamericana, pero que nunca se animó a impulsar la exfiscala general Sandra Quiñónez y que quedó sobre las espaldas del nuevo fiscal Emiliano Rolón.

Por allí viene un panorama sumamente complicado y peligroso para la democracia paraguaya, en cuanto a que no sólo se utilice al Poder Judicial en función a los intereses cartistas, sino que se promueva con mayor fuerza aún la “cultura” de la corrupción y la impunidad, como forma de sumar lealtades favorables al único líder, quien podría entorpecer al máximo el proceso de castigo en los estamentos judiciales a imputados por la Fiscalía en graves delitos, como narcotráfico y lavado de dinero, a cambio de la obediencia a los mandatos del Patrón HC, lo que ya estaría ocurriendo en estos momentos con el senador Erico Galeano, cuyo desafuero fue demorado en la Cámara Alta en notoria obediencia a alguna orden proveniente del Quincho del poder.

 

El “adorado” don Horacio

El senador cartista Hernán Rivas, quien ya como diputado había integrado el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) sin tener el título de abogado, tras ser elegido por sus pares por unanimidad como titular del ente juzgador de magistrados y fiscales, afirmó a la prensa sin ruborizarse en lo más mínimo: “Yo le adoro a don Horacio ”, como si fuera su dios de la política.

Los comentarios huelgan ante esta frase que suena a una servil sujeción al Patrón de parte de un senador de la Nación, pero ya lo explica todo el hecho de que Rivas está sentado en el JEM como juez de jueces sólo porque será obsecuente a carta cabal con quien le puso allí, es decir HC.

Es la consecuencia deplorable y el resultado inmediato del unicato cartista, donde los principales actores políticos son personajes que bien podrían escenificar una opereta del ridículo, comenzando por un Congreso en su mayoría de muy bajo nivel intelectual con honrosas excepciones, y siguiendo con la tendencia ya conocida en períodos anteriores de poner en primer lugar el interés particular o de grupo, por sobre el interés general de la nación.

En realidad, se está en presencia de lo que ya se temía que ocurriría con el cartismo devenido en poder fáctico y legal, lo que augura indudablemente la subordinación de las instituciones a las órdenes del Patrón HC, en una situación muy parecida a una vuelta a la dictadura stronista en la práctica, más allá de la continuidad de una democracia de fachada, en los papeles.

Lo que viene de ahora en más dependerá tanto de la capacidad de reacción de una oposición seria y no acomodada a los deseos del hombre fuerte, principalmente en la sociedad civil más que en los partidos políticos, debido a que las agrupaciones tradicionales como la ANR y una parte del liberalismo, se hallan ahora al servicio del plan cartista de copamiento, donde la disidencia anticartista se encuentra muy disminuida dado el predominio del cartismo en el gobierno con la subasta de prebendas a toda máquina, y con las demás agrupaciones opositoras muy divididas o también tentadas por las mieles lanzadas para sumarse al proyecto de unicato de HC.

El Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), tradicional luchador principal contra la dictadura stronista y en la época democrática como un indispensable contrapeso al poder, ahora se ve amenazado por un sector cooptado por el cartismo, como se vio en las últimas votaciones para las mesas directivas de las cámaras del Congreso y en las representaciones parlamentarias para los órganos de control de la Judicatura, lo que contribuyó a la falta de unidad opositora para enfrentar con éxito la “aplanadora” colorada y conseguir algunas “fugas” en la ANR que permitan el contrapeso al poder cartista.

La convención liberal convocada para el domingo 6 de agosto será de vital relevancia para conocer el rumbo que finalmente tomará el PLRA, el principal partido de la oposición.

La división opositora, que ya contribuyó en las elecciones para una estrepitosa derrota de la Concertación, está en la misma génesis del unicato cartista, a lo que se suma la poca capacidad del presidente saliente Marito Abdo de armar una fuerte disidencia colorada que le haga frente a HC y a su pretensión de llegar a la suma del poder político fáctico y legal en la República.

Acto seguido, se podría dar la situación ya alertada por varios analistas, de que Horacio buscará acomodar la Constitución a sus intereses, con la posible búsqueda de la reelección presidencial que le permita volver a la presidencia del país, como forma de blindarse ante la posibilidad siempre latente de alguna movida contra él desde Estados Unidos.

Una idea de la pretensión cartista de la concentración del poder lo da también el proyecto de unir la Aduana con la SET para formar una dirección única de ingresos tributarios, así como la conformación del Ministerio de Economía y Finanzas, como una instancia para realizar una gestión fiscal que lleve a una toma de decisiones con el único fin del predominio cartista también en la actividad económica general, lo que ha puesto en alerta a gran parte del empresariado nacional.

Mucho dependerá de la actitud que asuma Santi Peña con la “lapicera”, ya que deberá elegir entre ser un simple “secretario” del hombre fuerte o convertirse en un presidente con poder real que hasta ahora no posee, y lo delata su triste papel de no ser tenido en cuenta en las decisiones estratégicas cartistas, como ha ocurrido con su ignorado pedido a Erico Galeano de someterse a la Justicia.

 

El mensaje al exterior

Otra gran muestra de la forma en que se manejará el gobierno de Peña se puede ir conociendo a través de las sucesivas designaciones “a cuentagotas” de los futuros integrantes del gabinete de ministros, que en algunos casos como en la cartera de Educación se habría optado por la capacidad técnica más que por un currículum político, después de ser elegida una persona muy competente a juzgar por sus antecedentes profesionales, ya que se trata de un reconocido técnico pedagogo como es Luis Ramírez.

Pero, en forma llamativa, aún faltan conocer nombres muy importantes en las áreas más sensibles de la lucha contra el narcotráfico (Senad), el lavado de dinero (Seprelad), la lucha anticorrupción y en general todo el complicado entramado del combate al contrabando y el control sobre la economía informal o el dinero negro.

De lo que sí se trata ahora es de posicionar al régimen cartista en la escena internacional, después de algunas pifiadas del mismo Peña a instancias de su jefe HC, como fue el anuncio de volver a llevar la embajada paraguaya en Israel a Jerusalén, o de reabrir el relacionamiento con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, en ambos casos en directa colisión con el gobierno norteamericano de Joe Biden.

Pero la visita de Santi Peña como presidente electo tanto a Emiratos Árabes Unidos como a Taiwán, representa un guiño favorable a las posiciones de Estados Unidos en la escena internacional, en Medio Oriente y Asia, lo que indica un giro de HC hacia un alineamiento que le permita a su vez una convivencia sin mayores remezones con la potencia del Norte, en momentos en que con la merma de la influencia de Rusia y de Irán, el régimen de China Continental asume cada vez más una posición predominante en algunos países de América Latina, amenazando incluso la hegemonía norteamericana en el continente.

La última cumbre del Mercosur realizada en Puerto Iguazú contó con la presencia de Santi Peña, en lo que se constituyó en otra presencia significativa del presidente electo como su primera presentación oficial ante sus demás futuros colegas regionales, acompañando esta vez a Marito Abdo en su despedida con los demás presidentes.

Peña tuvo que agachar cabeza cuando Marito dio una fuerte embestida contra la dictadura venezolana, a lo que se agrega ahora la posición asumida también de asegurar a Taiwán “5 años de amistad y cooperación”, lo que configura un desafío formidable a la pretensión china comunista de establecer un pacto de libre comercio con el Mercosur, lo que ahora no es posible teniendo en cuenta la estrecha relación paraguayo-taiwanesa.

Es que el régimen de Beijing exige que Asunción rompa con Taipei para así pasar de las tratativas a la firma del tratado que dé lugar al amplio acuerdo económico y comercial entre China y el bloque sudamericano, superando incluso en velocidad a la otra candidata que es la Unión Europea, para el establecimiento de un sistema de libre comercio con otra potencia económica y el Mercosur.

La gran incógnita resulta por el momento qué actitud asumirá Washington en su declarado propósito de promover la lucha contra la corrupción y la impunidad en el Paraguay, sabiendo que el régimen cartista se jugará al todo o nada en defensa del Patrón en los tribunales, para no permitir luego que a los norteamericanos se les ocurra pasar de la idea a la acción con un hipotético pedido de extradición de HC.

La interrogante que queda flotando es si el gobierno de Joe Biden tolerará el afianzamiento del sistema cartista de defensa a ultranza de HC, o se volcará a propender un gobierno más fuerte de Santi Peña, apoyando su mayor independencia del Patrón. Por ahora es una pregunta sin respuesta, y sólo el tiempo lo dirá.

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