Giancarlos Juliadoza, el áŕbitro que ayer sábado le privó de una segura victoria a Guaireña, al no cobrar un claro penal a favor del conjunto albiceleste, tiene un negro antecedente de malos arbitrajes, tanto en la categoría Intermedia como en la división principal de nuestro fútbol.
Algunas de las «perlas» que se le atribuyen a Juliadoza, es por ejemplo, el partido en agosto del 2023, en la categoría Intermedia, entre Sol de América-Santaní, cuando el polémico juez anuló un gol legítimo al conjunto danzarín, por supuesta posición adelantada, que según en el video se observó, nunca existió tal cosa.
El otro arbitraje polémico se remonta en esta temporada, en la división de Honor, entre Trinidense-Sportivo Luqueño, al anular un gol, también legítimo (según video), al Triqui, al inventar una supuesta infracción, previo al tanto.
Pero el caso más conflictivo en que se vio involucrado el árbitro Juliadoza fue la definición del torneo Clausura, en diciembre 2021, entre Guaraní-Cerro Porteño, que los directivos aborígenes afirmaron que fueron robados en su propia cancha, cuando el conjunto azulgrana se consagró campeón, tras el polémico arbitraje del citado soplapito.
Y para completar su frondoso «curriculum» fue lo ocurrido ayer en el Parque del Guairá al ignorar una clara falta dentro del área de Carapeguá, cuando ya culminaba el partido.
A pesar de los repetidos malos arbitrajes y los reclamos ante la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) de los directivos de los clubes perjudicados, nunca tomaron una medida más drástica, que la advertencia o suspensión por uno o dos juegos. Hay mucha impunidad para que el arbitraje paraguayo siga tan devaluado y mal visto a nivel internacional.
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