Paraguay y Taiwán celebran 65 años de amistad y creciente cooperación

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La presidente de Taiwán, Tsai Ing-wen, destacó la formación de jóvenes paraguayos en la Universidad Politécnica, cuyo objetivo es dinamizar la economía nacional a través de inversiones en Paraguay con tecnología taiwanesa de punta.

Escribe: Luis Alen.

 

Se conmemora el 12 de julio el 65° aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre la República del Paraguay y la República de China-Taiwán, en un momento auspicioso marcado por las condiciones óptimas para aprovechar los fructíferos lazos de amistad entre las dos naciones con el fin de potenciar nuestro proceso de desarrollo económico, industrial y tecnológico.

 

La cooperación con China Nacionalista ha sido siempre muy fluida en todas estas décadas, tanto en materia de asistencia técnica como de financiamiento de obras públicas, principalmente en carácter de donación, lo que demuestra el grado de compromiso que siempre ha tenido el Gobierno de Taipei con el desarrollo paraguayo.

Es por ello que se debe resaltar un aspecto que ahora va adquiriendo dimensiones extraordinarias en el relacionamiento bilateral, como es el egreso de casi 100 estudiantes de la Universidad Politécnica Taiwán-Paraguay (UPTP), un hecho que fue destacado por la propia presidente de la República de China-Taiwán, Tsai Ing-wen, quien participó en la ceremonia de clausura del curso de los estudiantes de intercambio matriculados en la casa de estudios, que va adquiriendo dimensiones insospechadas con el objetivo ya anunciado de convertirla en la más importante universidad tecnológica de América Latina.

La presidente del país oriental comentó que participó de la inauguración de los cursos de la universidad en 2018 en nuestro país, y resaltó que ahora los estudiantes culminaron con su preparación académica en Taiwán.

Un valioso apoyo para los cursos de la Universidad taiwanesa en Paraguay proviene de la Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología de Taiwán (NTUST, Taiwán Tech), lo que indica que las relaciones con el país asiático se están orientando con preferencia hacia la formación tecnológica de la juventud paraguaya, lo que acarreará indefectiblemente resultados positivos en el corto, mediano y largo plazo para potenciar el desarrollo nacional.

 

Un cambio estratégico

El objetivo declarado por el liderazgo taiwanés es la concreción de una cooperación con el Paraguay que lleve a aprovechar, mediante la formación de los jóvenes en capacidades de la alta tecnología, lo que lleva directamente a realizar una transformación estratégica haciendo que la cooperación educativa pueda impulsar intercambios más amplios entre los dos países, consistentes en la posibilidad de promover aquí la instalación de inversiones con tecnología de última generación como la que existen en Taiwán, pero para lo cual se requiere en el Paraguay de los recursos humanos capacitados para llevar adelante los proyectos industriales en nuestro territorio.

De allí que aprovechando el bagaje de conocimientos existentes en la Universidad Taiwán Tech, el próximo paso será consolidar el papel de la Universidad Taiwán-Paraguay como el puntal del proceso de desarrollo nacional, a la vez que se posiciona este centro de alta formación como la principal politécnica de América Latina.

Enfocado en apoyar los planes de desarrollo del país, el Gobierno de Taiwán debe recibir de la contraparte paraguaya el suficiente acompañamiento para concretar la industrialización a partir de la alta tecnología. 

Es la mejor opción para el desarrollo nacional, con los beneficios de la formación tecnológica aplicada a los procesos industriales del país con el fin de dinamizar la economía, generar empleos y promover la inclusión social mediante el mecanismo de la creación de riqueza, sin acudir solamente a una mera asistencia monetaria que también puede proporcionar China-Taiwán, pero que no tiene el efecto multiplicador amplio de la estrategia de unir la educación más avanzada con las inversiones de alta tecnología.

La relación con Taiwán puede constituirse así en una forma privilegiada de cooperación que va más allá incluso de un beneficio mutuo en materia económica o comercial, porque lo que interesa es intensificar el aprovechamiento del avance tecnológico para sustentar un desarrollo sólido y sostenible que influya en forma decisiva en el futuro del Paraguay.

No es lo mismo lo que plantea por ejemplo el Gobierno de Beijing, que trata de llevar a Asunción a una ruptura con Taipei supuestamente por los beneficios que vendrían con compras masivas de productos de exportación agrícola de nuestro país. Ya se tuvo igualmente en la pandemia la oferta de vacunas chinas con la sola condición del reconocimiento al régimen comunista continental.

La estrategia de la República Popular China de lanzar ofertas de acuerdos comerciales o de multimillonarios créditos, ya se ha visto que no es la solución para impulsar el crecimiento de los países en desarrollo de África, Asia y América Latina, sino, por el contrario, el verdadero cambio resulta el que promueve Taiwán con el Paraguay, de formación en tecnología de punta, lo que debe desembocar necesariamente en la concreción de los proyectos industriales con la venida de inversiones del empresariado de la isla asiática.

Por ello, la actual tendencia de consolidar la cooperación en el campo del mutuo beneficio en la materia educativa, tendrá que dejar paso luego a la elaboración de las políticas gubernamentales en el Paraguay con el objetivo de aprovechar las inversiones taiwanesas para la instalación de industrias de alta tecnología, que deben constituirse en el cimiento de todo el proceso de desarrollo de los próximos años, sin distinción de los gobiernos que podrán venir o de sus ideologías.

 

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