HC denuncia “persecución”, pero fiscalía ya evalúa datos de EE.UU.

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El abrazo republicano entre un hombre de Abdo como Mauricio Espínola y el presidente electo Santi Peña, que simboliza la “concordia” colorada en ambas cámaras, fue puesto en jaque por la denuncia de Horacio Cartes ante la fiscalía.

Escribe: Luis Alen.

Como resultado de la denuncia que realizó Horacio Cartes ante el Ministerio Público alegando que soporta una “persecución política”, el fiscal general del Estado, Emiliano Rolón, afirmó que ya se halla evaluando la información enviada por Estados Unidos acerca de las acusaciones que pesan sobre el titular colorado, como lavado de dinero y asociación criminal con el terrorismo. HC acusa a Marito Abdo de ser el verdadero instigador de las sanciones que recibió de Estados Unidos.

 

El titular de la fiscalía manifestó que no desea una “judicialización de la política”, dejando entrever que no daría curso a la solicitud de Cartes, que quiere desviar la atención sobre las graves sanciones que recibió de USA, llevando el caso a poner la mira sobre una supuesta campaña en su contra promovida por quienes querían “la caída del partido Colorado” desde el mismo gobierno de Marito.

Como abriendo el paraguas antes que llueva, Horacio Cartes presentó ante la Fiscalía la denuncia contra personas innominadas, al sentirse víctima de una “persecución” que tendría no sólo la intención de sacarle de la escena política y hasta empresarial, sino también la supuesta finalidad de tumbar a la ANR en las pasadas elecciones.

El abogado del titular colorado, Pedro Ovelar, dijo que uno de los posibles maquinadores de la movida anti-HC habría sido Marito Abdo, lo que vuelve a plantear que después del 15 de agosto se podría concretar su ya solicitada expulsión de la ANR, lo que generaría una situación de riesgo para la gobernabilidad de Santi Peña.

 

La fiscalía tiene la palabra

Todo apunta a que el Patrón HC, más que preocuparse por la marcha del país y el éxito del gobierno de Santi Peña, se halla más apremiado por su objetivo de cerrar cualquier resquicio por donde se lo pueda acusar en la Fiscalía paraguaya, que tampoco se ha movido mucho a pesar de que el nuevo fiscal general Emiliano Rolón ya se encuentra en el cargo hace casi cinco meses y podría haberle ahorrado a la Justicia norteamericana el trabajo de sus fiscales para eventualmente solicitar la extradición del expresidente.

Pese al traspaso de poder “tranquilo” prometido al cartismo por Marito y comprobado con las bancadas del abdismo de Fuerza Republicana en el Congreso acoplándose a la “aplanadora” colorada y a los opositores “satélites” para votar los planes cartistas, es llamativo que Horacio de igual forma se haya propuesto realizar la presentación en la Fiscalía, donde no le nombra expresamente al actual presidente como el factótum de todas sus desgracias, pero el abogado Ovelar fue más explícito ante la prensa al responsabilizar a Abdo Benítez, después de presentar el escrito en el Ministerio Público acusando a oficinas del gobierno saliente de haber “instigado” las investigaciones de Estados Unidos y Brasil realizadas contra Cartes por lavado de dinero, contrabando de cigarrillos y la relación con el grupo terrorista Hezbollah.

En su exposición de motivos ante el Ministerio Público, HC relata “la persecución política” de la que supuestamente fue víctima desde 2018 de parte de “grupos políticos” que generaron “de manera sistemática, información y denuncias falsas sobre hechos manipulados y tergiversados, que buscaban eliminar a Horacio Cartes de la vida pública afectando su libertad política y económica”, valiéndose “de varios órganos estatales para crear mentiras, por sobre todo para atraer y generar contacto con oficinas extranjeras, específicamente de Brasil y Estados Unidos, a quienes han engañado con sus falsas informaciones, que derivaron en procesos y sanciones en contra del presidente Horacio Cartes y las empresas que formaban parte de su grupo”.

Para HC resulta notorio que la “confabulación” que luego desembocó en las medidas internacionales contra su persona, tuvo su origen local en el riñón del gobierno abdista, con su impacto en la prensa anticartista y el posterior eco en el exterior, lo que luego se habría utilizado para intentar “la caída del partido Colorado”, con lo cual se nota la clara intención de unir el destino de la ANR al de Horacio y el cartismo.

 

 

Gobernabilidad amenazada

La gran incógnita es saber hasta cuándo podrá aguantar la actual “concordia” colorada la intención de ir más allá del pacto tácito de impunidad mutua entre HC y Marito, a estar por el apuro del Patrón de neutralizar cualquier posibilidad de avance judicial sobre él, habida cuenta de la suerte de amedrentamiento que supone para el mismo fiscal general la presentación de la denuncia de “persecución”.

La abierta jugada de presión de HC sobre la justicia puede tener consecuencias funestas para la gobernabilidad de Santi Peña, como ya lo anunció el diputado Mauricio Espínola, hombre cercano a Abdo, quien afirmó directamente que la denuncia de Horacio puede afectar la “unidad” colorada tanto en Diputados como en el Senado.

Pero donde Peña puede tener más afectación aún para la buena marcha de su gobierno es en la cooperación internacional con Estados Unidos y la Unión Europea, que no verían con buenos ojos la total supremacía del “hombre fuerte” HC sobre la gestión de su delfín, especialmente cuando existe la intención manifestada ahora de entorpecer las investigaciones sobre las acusaciones de varios delitos internacionales que pesan sobre el Patrón del Quincho.

Ya apareciendo como muy dependiente de Horacio para las designaciones ministeriales claves, como el hecho notorio de la vuelta de los gerentes del grupo Cartes al gobierno en una reedición de las “puertas giratorias” para dejar en letra muerta una ley reciente para prohibir esta práctica atávica del cartismo, la calificación internacional de la gestión gubernativa de Santi podría caer por el suelo y afectar el normal flujo de inversiones o créditos al país, en el caso de comprobarse la incapacidad del sistema judicial de afirmar su independencia al no poder llevar tras las rejas a dirigentes políticos con graves acusaciones en su contra por corruptelas o conexiones con narcos.

La renuncia del senador Hernán Rivas a la presidencia del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) ha sido una “reculada” cartista para no alargar la polémica sobre las dudosas condiciones morales e intelectuales del “juez de jueces” puesto allí por el Patrón. Al mismo tiempo, se trata de no ensombrecer con negros nubarrones la toma de posesión de Santi Peña, a través de un caso que muestra de cuerpo entero a la comunidad internacional el unicato cartista metido de lleno en la trama de someter a la justicia a los designios de Cartes.

También se dio largas al asunto de la derogación del convenio con la Unión Europea para la transformación educativa, que volvió al orden del día de la Cámara de Diputados después que había sido rechazada por el Senado anterior con mayoría anticartista.

Es que la anulación de la cooperación europea en tan importante campo supondría lisa y llanamente un traspié a las aspiraciones de un buen gobierno de Santi, mientras también Paraguay se halla en el ojo de la tormenta mundial por ser uno de los principales “exportadores” de cocaína a Europa en los últimos años, debiendo mostrar buena letra en el proclamado deseo de convertir a la educación en el principal instrumento para la mejora en las condiciones de vida de la población, ya que muchos paraguayos, si no emigran por la falta de oportunidades de trabajo, deben caer en el submundo del narcotráfico para poder sobrevivir.

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