Santi enfrentará a Efraín en abril por la jefatura del país

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Santiago Peña por la ANR y Efraín Alegre por la Concertación Nacional medirán fuerzas el 30 de abril de 2023, buscando la presidencia de la República como resultado de las internas simultáneas de los partidos que tuvieron lugar el domingo 18 de diciembre.

Escribe: Luis Alen.

 

El cartismo consolidó su predominio en el Partido Colorado en las elecciones internas del domingo 18 de diciembre, alzándose con la candidatura a la presidencia de la República con la victoria de Santiago Peña sobre el oficialista Arnoldo Wiens, y al mismo tiempo Horacio Cartes venció a Marito Abdo por la titularidad de la junta de gobierno de la ANR, en lo que constituye un “voto castigo” del electorado republicano al Gobierno.

 

Santi Peña deberá enfrentar el 30 de abril próximo a Efraín Alegre, titular del PLRA, quien fue refrendado en la interna de la Concertación Nacional como candidato de la oposición unida.

Además de estos candidatos ya oficializados, es posible que dentro de la oposición aparezcan otras candidaturas menores, que, sin embargo, poseen pocas chances reales y sólo podrían disminuir los votos a favor de la Concertación, beneficiando de alguna manera a Santi Peña.

A pesar de los llamados al “abrazo” entre el cartismo y el abdismo, lo cierto es que difícilmente se pueda hablar por el momento de una real intención de unidad para que muchos votos oficialistas que fueron depositados a favor de Wiens el 18 de diciembre terminen en poder de Peña el 30 de abril.

Para ello es necesario un acuerdo de cúpula que no vendría fácilmente sólo con darle la vicepresidencia segunda de la junta de gobierno del partido Colorado a Arnoldo, porque la voz de orden oficialista parece que pasa más bien por no recibir órdenes desde el quincho del poder de la calle España, donde sienta sus reales el Patrón HC.

Lo mismo pasa en la Concertación, donde más que nunca Efraín marcará los pasos a seguir por la conducción de la mesa directiva de la nucleación opositora. No obstante, también surgieron los llamados a la unidad de la oposición, como el caso de una parte de la dirigencia del Frente Guasu, que pidió no ya una reformulación concertacionista sino una nueva estrategia para ganar a la ANR, que a estas alturas suena a destiempo, porque ya la candidatura de Alegre condiciona cualquier otra movida de los demás candidatos opositores.

 

Los votos que faltan

Con una mirada a los votos totales de la interna reciente resulta obvio que la cantidad de participantes en los comicios internos no marca una tendencia firme para los votos de abril, especialmente con el objetivo de un cambio de color en el Palacio de López, que podría seguir pintado de rojo además de responder a la corriente cartista, ya muy desprestigiada por tener como líder a un hombre señalado como “significativamente corrupto” por Estados Unidos.

Esto es así porque la chapa que gane en la elección presidencial tendrá que recibir alrededor del millón y medio de votos que sólo la ANR podría reunir, a estar por los 1.200.000 votantes de su interna pasada, que además apenas arañó el 46 por ciento de participación de acuerdo al padrón del partido gobernante, que a su vez representa el 54 por ciento del padrón nacional.

De que HC necesita convocar a la unidad lo indica el hecho muy potente de la mayoría oficialista en el interior, con la ganancia de 11 de las 17 gobernaciones en juego, lo que hace aún más urgente que el liderazgo colorado busque el “abrazo” de cúpula aunque sea para la fotografía, sin negar que igual podrían seguir las conspiraciones subterráneas con el fin de evitar que Santi llegue a la jefatura del Estado, que ya se sabe sólo estará cumpliendo órdenes de Horacio.

La participación de electores en la Concertación fue aún más anémica, con apenas el 12 por ciento del padrón nacional utilizado por primera vez, incluyendo a los afiliados de la ANR. Restando los votantes colorados del domingo 18, aún así el porcentaje de participación en los comicios opositores sólo alcanzó al 16 por ciento, quedando la incógnita acerca del comportamiento que tendrán en abril los ausentes colorados y no colorados, que sumados son casi 3 millones de ciudadanos mayores de 18 años en el padrón nacional, que llega a un total de 4.832.186 electores inscriptos, que fue a su vez la sumatoria de votantes convocados por la oposición en un planteo muy optimista al no contar con un padrón propio.

Hay varias lecciones que debe asumir la oposición si quiere levantar el entusiasmo de la ciudadanía y captar sus votos. En primer lugar, un programa de gobierno creíble que devuelva no sólo la confianza en la honestidad de los dirigentes a toda prueba, con transparencia y rendición de cuentas que elimine la corrupción administrativa y la impunidad fiscal-judicial, sino la confección y posterior aplicación de un programa de gobierno que sea favorable al interés nacional, con desarrollo económico e inclusión social.

Es cierto que el discurso antimafia de Efraín ya es una marca registrada para encarar con éxito la lucha a muerte contra los narcos y lavadores, pero aparte de buscar aglutinar el voto joven y el femenino por medio de Soledad Núñez, el ya histórico dirigente liberal que se empecina por tercera vez en llegar a la presidencia podría finalmente tener el respaldo ciudadano siempre que demuestre con números reales la importancia de seguir el camino del desarrollo nacional sin contrabando y sin lavado de dinero, ofreciendo la oportunidad para la creación de empleos y distribución equitativa de la renta a través de las inversiones genuinas de origen estatal y del sector empresarial, en una alianza público-privada con el capital nacional y extranjero.

 

La fiscalía: ¿independiente o sometida?

El nombramiento por parte del Senado del nuevo fiscal general del Estado, en la persona del camarista judicial Emiliano Rolón Fernández, tuvo finalmente una tramitación veloz en vista de la necesidad de evitar que después de la interna, en el caso de seguir una indefinición, queden condicionados Marito Abdo y los senadores, en su decisión, por los resultados de los comicios del 18 de diciembre.

De hecho, la opción  de Marito por Rolón ya dejaba entrever una posible situación de “empate técnico” e incluso de un triunfo cartista en la interna, como la registrada con las victorias de Santi Peña y de Horacio Cartes sobre Arnoldo Wiens y el mismo Abdo, respectivamente.

La gran pregunta se remite entonces a si el equilibrio alcanzado para la decisión casi unánime de los senadores en favor de Emiliano Rolón, resulta suficiente para asegurar que la sociedad tendrá por fin un auténtico representante que no responda sólo a una de las corrientes del coloradismo, como aconteció con Sandra Quiñónez a lo largo de los últimos cinco años.

Pero mirando las elecciones generales de abril, el hecho de haberse inclinado por Rolón, un abogado con mucha experiencia profesional, de buena formación académica y al final de su carrera judicial, revelaría la intención de Marito de dejar por lo menos la herencia al próximo Gobierno de una persona capaz de devolver la credibilidad perdida a la fiscalía, si es que realmente el nuevo titular del Ministerio Público podrá liberarse de la influencia nefasta del poder fáctico de HC, de la mafia y de los narcos.

En el caso de un triunfo de la Concertación y de Efraín Alegre, la fiscalía general tendría que tener las manos libres para actuar contra el crimen organizado y los mafiosos, pero si el Gobierno recae en Santi Peña, lo más probable es que Emiliano Rolón sea muy condicionado por el poder fáctico de HC.

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