Desarrollo humano y asociativismo

Escribe: Abog. Gloria Carolina Ramírez F.

El Ministerio de la Mujer, gracias a la disposición de la Ley N° 4.675/12, de fecha 25 de julio de 2012, decreto mediante, fue elevado el rango de Ministerio a la Secretaría de la Mujer de la República del Paraguay. Esta categoría permitió fortalecer la institucionalidad del Mecanismo Nacional que tiene por objeto promover las condiciones adecuadas para que la igualdad entre hombres y mujeres sea real y efectiva, dando cumplimiento a lo estipulado en el artículo 48 de la Constitución Nacional, garantizando a su vez, que las políticas públicas no sean neutrales, es decir, que estén diseñadas con enfoque en las necesidades, tanto de hombres como de mujeres.

La función del Ministerio de la Mujer es la ser coordinadora, normativa y estratégica de las políticas de género. Es la institución responsable de promover políticas, acciones y normas que aseguren la igualdad de trato y oportunidades entre hombres y  mujeres, en todos los ámbitos de la vida.

Una visión amplia del Ministerio es la de generar una conciencia más evolutiva entre las mujeres, buscando despertar en ellas el espíritu de emprendedor, partiendo de la base de dos vertientes bien definidas: El desarrollo humano y asociativismo, y la elaboración del plan de negocios.

En el primer eje se habla de la moral. Se entiende por valor moral todo aquello que lleve a la mujer y al hombre a defender y creer en su dignidad como persona. El valor moral conduce al bien moral. Recordemos que bien es aquello que mejora, perfecciona y completa la vida de uno.

El valor moral perfecciona a la persona, en cuanto a ser humano, en su voluntad, en su libertad, en su razón. Se puede tener buena o mala salud, más o menos cultural, por ejemplo, pero esto no afecta directamente  al ser humano. Sin embargo, vivir en la mentira, el hacer uso de la violencia o el cometer un fraude, degradan a la persona, empeoran al ser humano, lo deshumanizan. Por el contrario las acciones buenas, como decir la verdad, actuar con honestidad y buscar la justicia, le perfeccionan.

Depende exclusivamente de la elección libre, el sujeto decide alcanzar dichos valores y esto sólo será posible a base de esfuerzo y perseverancia. La mujer y el hombre actúan como sujetos activos y no pasivos ante los valores morales, ya que se obtienen a base de mérito.

Estos valores perfeccionan a la mujer y al hombre de tal manera que los hacen más humanos, por ejemplo, la justicia hace a la persona más noble, de mayor calidad.

Para lograr comprender plenamente los valores morales debemos analizar la relación que éstos guardan con otro tipo de valores. Siendo el ser humano el punto de referencia para los valores, cabe ordenarlos de acuerdo con su capacidad para perfeccionar al ser humano. Un valor cobrará mayor importancia en cuanto logre perfeccionar al ser humano en un aspecto más íntimamente humano.